Carlos Susarrey
Todo mundo lo ha dicho: Andrés Manuel es la materialización del eterno “el que persevera, alcanza”. Buena parte de la admiración que genera, más allá de sus ideales políticos, se debe a que ejemplifica a toda persona que, por azares del destino, ha luchado toda su vida por lograr una meta y no le ha sido fácil conseguirla. Andrés Manuel, con su llegada a la presidencia, le está diciendo a todo el mundo “sigue creyendo, sigue luchando, remando, lo vas a lograr, tarde o temprano”.
Según él, podemos pasar de pensamientos etéreos a materializar los ideales, en caso de no rendirnos nunca. Eso, como representante del voto popular, mantiene a innumerables ciudadanos a su favor incondicionalmente.
Como parte del colectivo “Abre más los ojos”, a mediados de 2018, Olga Sánchez Cordero hizo público a través de la cuenta en Twitter @sembrarlapaz el manual Femsplaining. En ese momento, era un secreto a voces que ella perfilaba como Secretaria de Gobernación en caso de que AMLO ganara la elección.
Con base los datos de Femsplaining, hoy en día podemos establecer que Olga y las posibles candidatas a cubrir puestos clave en el gabinete presidencial, buscarían promover desde su palestra el movimiento feminista, con el máximo alcance que esto pudiera implicar a través de sus cargos. Era música para los oídos de las luchadoras sociales. Si ustedes leen el manual, notarán que es una gran parte de todo lo que el movimiento feminista solicita que sea llevado a cabo por parte del gobierno actual, sea con iniciativas o modificaciones a varias leyes añejas. De acuerdo, el manual no contiene del todo el listado que se promueve en este 2020, ya que no aborda directamente el tema del aborto y tampoco cita posibles consignas de la comunidad LGBTTI, pero se puede considerar como una base sólida.
Andrés Manuel López Obrador ha sido criticado duramente en lo que va de este mes —algunos consideran haber encontrado su talón de Aquiles— por la tibieza en su postura para enfrentar el tema del feminismo. Sus respuestas, evidentemente, no concuerdan con lo establecido en ese manual.
No está cuidando los tonos en los que se dirige a las mujeres activistas, porque es muy notorio que no están comunicándose en el mismo idioma. En casos específicos como el aborto, jamás ha podido responder algo diferente a “será un tema que pondremos a discusión por medio de una consulta popular”. Consideremos que hizo bien en tomar en cuenta el tema del feminismo para su agenda desde la época de la candidatura, el problema es que, actualmente, no parece que él esté siguiendo esa línea de tiempo ya en el poder, porque sigue sin avanzar el tema del aborto como una opción legal a nivel nacional. En mi visión de las cosas, el presidente omite el tema del aborto por cuestiones de agenda.
Nuestro Presidente debe entender que no basta con que haya llenado de mujeres los cargos clave de su gabinete. Eso no lo hace una persona que aporta al movimiento feminista. Sí, es un buen inicio, pero el partido de futbol apenas va comenzando y él tiene justo ahora la oportunidad de cobrar un tiro penal a favor.
El problema es que permanece sentado sobre el pasto, rehusándose a cobrarlo. Falta contundencia.
López Obrador podría convertirse en el primer presidente que no contrajo una inflación monetaria, el primero en bajar el precio de la gasolina y el precio del dólar, pero hasta el momento está dejando pasar la gran oportunidad de ser el primer mandatario mexicano en sentar las bases para apoyar con forma y fondo la libertad de pensamiento y acción de las mujeres.
Considero que cuando en «la mañanera» le cuestionan el tema de los movimientos feministas, es como si le estuvieran preguntando acerca de un tema que nadie le avisó que estaba en la agenda. Él no ha sido quien editó el Femsplaining, entonces, está imposibilitado para responder a cualquier cuestionamiento de este rubro; entendamos que no tiene los argumentos y las bases para defender un tema que se colocó en su programa de gobierno, y al que, al parecer, él sólo le dio el visto bueno.
Hoy en día, con en este tema tan espinoso, me da la impresión de que Andrés Manuel es una especie de «David», justo en el momento en que es alzado en hombros por haber derrotado a «Goliat», y lo primero que hace cuando la turba lo cuestiona, es preguntar por la salud del gigante que acaba de aniquilar.
Falta contundencia, mucha, pero tal vez el presidente tenga las respuestas a este tema más cerca de lo que él mismo se imagina.
El manual Femsplaining puede descargarse en el siguiente vínculo
http://bit.ly/_Femsplaining
Twitter: @Carlos_susarrey
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