El día de ayer se vivió una intensa jornada de protestas en Jalisco, un numeroso contingente se manifestó a las afueras del Palacio de Gobierno reclamando justicia por al asesinato del joven albañil, Giovanni López, asesinado por policías.
La manifestación fue reprimida de forma violenta por elementos de la policía del estado.
En redes sociales circularon decenas de videos de la brutalidad policial ocurrida en la protesta. Se observó a policías usando palos y extintores para dispersar a los manifestantes, desmayando a jóvenes, agrediendo a mujeres y violentando a representantes de los medios de comunicación.
También se volvió viral el video de un masculino prendiéndole fuego a un policía que abordaba una motocicleta.
El ex presidente Felipe Calderón ignoró la represión que sufrieron los manifestantes y se solidarizó con los policías de Jalisco. Calderón convocó a una búsqueda exhaustiva para dar con el responsable de haberle prendido fuego al oficial de la policía .
Ante la convocatoria del ex presidente, usuarios de redes sociales comenzaron la búsqueda del presunto culpable y señalaron al joven Luis Ángel Oseguera como el autor de la agresión, por el simple hecho de traer ropa similar a la del sujeto del video. Felipe Calderón compartió de inmediato la información, criminalizando al joven y sometiéndolo al escarnio público.
Sin embargo, no se trata del mismo individuo, ya que el agresor tiene el pelo corto, mientras que Luis Angel tiene el pelo largo en la fotografía donde lo acusan.
El ITESO, institución donde estudia Luis Ángel, salió en defensa el joven asegurando que su alumno no está relacionado a la agresión y que contará con el apoyo de una defensa legal ante la difamación que difundió Felipe Calderón.
Durante su sexenio, Felipe Calderón se caracterizó por criminalizar a inocentes. Destacando el caso de Francisco Arredondo y Jorge Antonio estudiantes asesinados a manos del ejercito.
Los militares dispararon contra los dos estudiantes del Tecnológico de Monterrey, después manipularon la escena del crimen para hacerlos pasar como delincuentes a los que abatieron a quemarropa. Calderón aseguró que los jóvenes se trataban de peligrosos sicarios «armados hasta los dientes».
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