El día de hoy falleció Ifigenia Martha Martínez y Hernández, una figura emblemática en la política y economía mexicana, quien nos dejó a la edad de 94 años. Su muerte marca el fin de una era para muchos que la vieron como un pilar de la izquierda mexicana y una pionera en numerosos ámbitos.
Nacida el 16 de junio de 1930 en la Ciudad de México, Ifigenia Martínez se forjó un nombre no solo como la primera mexicana en obtener una maestría en Economía por la Universidad de Harvard, sino también como una incansable luchadora por los derechos y las libertades en su país. Su carrera fue un testimonio de su compromiso con la transformación social y política de México.
Ifigenia fue una de las fundadoras de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), y su paso por la política mexicana incluyó múltiples cargos significativos: desde diputada federal en varias ocasiones, senadora de la República, hasta embajadora. Su salida del PRI para cofundar el Partido de la Revolución Democrática (PRD) junto a otras figuras como Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo, reflejó su búsqueda incansable por una democracia más participativa y justa.
El 1 de octubre de 2024, a pesar de su avanzada edad, cumplió con uno de sus últimos actos públicos al entregar la banda presidencial a Claudia Sheinbaum, un momento simbólico que muchos han destacado como la transferencia a una nueva generación de líderes.
Ifigenia Martínez no solo fue una economista brillante y una política de convicción, sino también una educadora, habiendo dirigido la Escuela Nacional de Economía de la UNAM, donde inspiró a incontables estudiantes. Su legado se extiende más allá de sus logros académicos y políticos; se encuentra en su lucha por la autonomía de la universidad, en su papel como defensora de la igualdad de género y en cada acto donde propuso una visión progresista para México.
Su fallecimiento, ocurrido pocos días después de uno de sus actos más emblemáticos, deja un vacío en el corazón de quienes la conocieron y en el ámbito político nacional. Sin embargo, su legado perdura en las políticas que ayudó a forjar, en las instituciones que ayudó a construir, y en la memoria de un país que vio en ella a una de sus más fervientes defensoras.
Comentarios