López Obrador ha sido blanco de algunas críticas por parte de la oposición debido su firme decisión de no asistir (hasta ahora) a encuentros internacionales en el extranjero. Cabe recordar que en la pasada cumbre del G20 celebrada en Japón, el presidente decidió enviar en su representación al canciller Marcelo Ebrard.
Opositores del gobierno de la 4T sostienen que el ejecutivo está obligado a salir del país para participar en cumbres globales, pues solo así logrará posicionar la presencia de México en el mundo, además de conseguir acuerdos con otros líderes mundiales.
Sin embargo, algunos analistas internacionales han opinado que las cumbres globales ya son obsoletas, pues en una época de líderes «fuertes», cada vez es más complicado conseguir acuerdos sustanciales.
Los periodistas Tim Ross, Gregory Viscusi y Arne Delfs hicieron un duro análisis publicado en la revista Bloomberg, en un artículo titulado «Las cumbres globales están MUERTAS», detallan lo caótico que fue elaborar un comunicado conjunto que todos los líderes pudieran aceptar al finalizar la pasada cumbre del G20.
Otro detalle no menos importante, es el hecho de que en las últimas cumbres, las reuniones bilaterales de Donald Trump han sido el centro de atención, dominando la cobertura periodística y opacando el resto de asuntos abordados entre los demás interlocutores.
«El resultado (De las cumbres globales) suele ser un acuerdo infeliz diseñado para complacer los gustos de todos, lo que finalmente no satisface a nadie.» , Afirman los analistas de Bloomberg.
De momento, el presidente de México seguirá dando prioridad a atender los asuntos internos del país, antes de emprender giras por el extranjero. Todo parece indicar que el titular del ejecutivo coincide con las voces de los que en una era de liderazgos fuertes, visualizan el colapso del multilateralismo.
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