CIUDAD DE MÉXICO (Sputnik) — El Gobierno de México ha firmado memorándums de entendimiento con tres firmas, una de EEUU y dos de China, para aplicar la fase tres del protocolo clínico en busca de una vacuna para prevenir el contagio de COVID-19, informó el canciller Marcelo Ebrard.
«Respecto al tema de la vacuna, les puedo informar el día de hoy buenas noticias, que tenemos entendimiento con tres empresas distintas, una de EEUU y dos de China», dijo el jefe de la diplomacia mexicana en conferencia de prensa con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
El objetivo de los memorandos de entendimiento es «que en México se lleven a cabo lo que se denomina la fase tres del protocolo clínico de cada una de estas vacunas, o posibles vacunas», para prevenir la enfermedad que causa el coronavirus SARS CoV-2.
Las compañías firmantes de los entendimientos bilaterales son Janssen Pharmaceuticals de EEUU, y las firmas chinas Cansino Biologics y Walvax Biotechnology.
«Con esto tendríamos, entre septiembre y enero, cuatro protocolos clínicos fase 3 en México», detalló el jefe de la diplomacia mexicana.
Los memorándums fueron firmados conforme a las normas de la secretaría federal de Salud y de Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
La tarea de la Cancillería es «buscar que se den estos entendimientos y que en México se puedan llevar a cabo, en su caso, estos ensayos clínicos y se garantice el acceso de la vacuna correspondiente», subrayó Ebrard.
Esfuerzos internacionales
Al presentar un informe semanal sobre las acciones para contener la pandemia, el secretario de Relaciones Exteriores dijo que su primera tarea es «facilitar y participar en los esfuerzos internacionales, sean estos de gobiernos, empresas o instancias multilaterales».
El propósito de esas gestiones es asegurar que México pueda «tener acceso en tiempo y forma a tratamientos y especialmente a la posible vacuna, o la ansiada vacuna», dijo el canciller utilizando una expresión utilizada en la misma conferencia por el titular de Salud, Jorge Alcocer.
El Gobierno de México trabaja también «con 15 diferentes empresas», para alcanzar este tipo de entendimientos anunciados, explicó Ebrard.
Las autoridades sanitarias determinarán «cuándo se van a aplicar, en qué momento, con qué pruebas, etcétera», puntualizó.
La cancillería es la encargada de dialogar con gobiernos, empresas y organismos multilaterales, para que México esté incluido en la búsqueda de la vacuna y tenga acceso a tiempo.
Los tres protocolos que están en fase 3 son «proyectos muy avanzados», aseguró el diplomático.
El canciller recordó que México fue el primer país que planteó en el G20, que reúne a las mayores economías globales, la necesidad de garantizar el acceso universal a las vacunas.
Este país también presentó un proyecto en la Organización de las Naciones Unidas para garantizar el acceso universal a vacunas, que se convirtió en la resolución con más apoyo en la historia de la diplomacia mexicana.
Informó también que la administración de López Obrador trabaja con los Gobiernos de Francia, Alemania y el Reino Unido, y convocó a una reunión de 27 países de la región latinoamericana y caribeña para dialogar sobre el combate a la pandemia.
El informe fue presentado poco después de que Rusia anunciara la primera vacuna en el mundo contra el COVID-19, enfermedad que se cobró ya más de 736.000 vidas en el mundo.
El anuncio lo hizo este 11 de agosto el presidente ruso, Vladímir Putin, en una reunión telemática con sus ministros, catalogando el acontecimiento como «un primer paso, muy importante para Rusia y el mundo entero».
La vacuna desarrollada por el laboratorio Gamaleya, con sede en Moscú, y denominada Sputnik V, llega en momentos en que los contagios en el mundo superan los 20 millones, según datos de la universidad privada estadounidense Johns Hopkins.
Antes del descubrimiento ruso de la vacuna, el 13 de julio, el presidente mexicano López Obrador expresó la disposición de su administración a recibir el fármaco anticoronavirus Avifavir, una versión genérica de Favipiravir, que el Gobierno de Rusia ofrece a país de América Latina para tratar a pacientes de COVID-19.
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