Luego de 19 meses en California, Estados Unidos, donde se le dio mantenimiento, la aeronave Boeing 787-87 TP-01, «José María Morelos y Pavón», llegará la tarde del 22 de julio al hangar presidencial, ubicado en el aeropuerto de la Ciudad de México, confirmó el presidente Andrés Manuel López Obrador.
El avión fue adquirido por la administración de Felipe Calderón Hinojosa en 2012 por 218 millones de dólares, equivalente a 2.900 millones de pesos, aunque fue entregado al Gobierno de Enrique Peña Nieto al año siguiente. Sin embargo, al asumir la presidencia López Obrador decidió ponerlo en venta.
El 13 de julio el director de Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), Jorge Mendoza Sánchez, dio a conocer que el Gobierno mexicano recibió una oferta de compra por la aeronave, valuada en 2.500 millones de pesos.
«En cuanto al avión presidencial hemos recibido una oferta en abril. Este proceso está en curso. Recibimos una oferta por 120 millones de dólares, que es aproximadamente 2.697 millones de pesos. La oferta es en efectivo y también en parte [de insumos] médicos, pero por razones de confidencialidad, en esta etapa del proceso no podemos dar mayores detalles», comentó.
A su vez, durante su conferencia matutina del 22 de julio, López Obrador aclaró que, si bien la aeronave aún no ha sido vendida, su administración recibió un anticipo por ella.
«Sigue el compromiso de la compra, no se ha caído, incluso ya hubo un anticipo. Sin embargo, no hay problema de entregarlo aquí o en Estados Unidos», aseguró.
El presidente también adelantó que su conferencia del 27 de julio se realizará en el hangar presidencial, a fin de mostrar los lujos contenidos en el Boeing «José María Morelos y Pavón».
El mantenimiento del avión presidencial en Estados Unidos tuvo un costo aproximado para el erario de 1.567.500 dólares. Aunque ese gasto podría ser mayor, ya que el costo de estacionar una aeronave en el aeropuerto de la ciudad californiana de Victorville es de 2.750 dólares por día.
El contrato firmado por la administración de López Obrador contempló que, junto con el costo de almacenamiento, se incluyan las labores de mantenimiento, limpieza, horas extras de los trabajadores, así como el combustible que se puso aeronave desde el 3 de diciembre de 2018.
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