«Ya no seguir permitiendo que organismos internacionales impongan a los países sus políticas económicas. Todo eso que hizo tanto daño. Cuando el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional decidían sobre la agenda que tenían que aplicar los gobiernos nacionales, las llamadas reformas estructurales que significaban saqueo, empobrecimiento, corrupción, violencia», señaló.
Y continuó: «El FMI y el BM deberían ofrecer una disculpa, hacer una autocrítica, y ofrecerle a todos los países del mundo una disculpa. Imagínense el papel del FMI en Argentina, que para mantener en la presidencia a un gobernante afín a su política neoliberal, le otorgan créditos más allá de la capacidad de pago de Argentina, en víspera de las elecciones. Claro que quiebra el país y ellos no aceptan su responsabilidad».